UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
CUAUTITLÁN
DEPARTAMENTO
DE DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL
PRESENTA:
«Investigación, desarrollo y producción
del grabado a la talla dulce»
DR. HÉCTOR RAÚL MORALES MEJÍA
PROFESOR DE CARRERA ASOCIADO NIVEL C
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:
«PROCESOS DE ESTAMPACIÓN ANTIGUOS Y
CREACIÓN DE GRABADOS AL BURIL EN METAL»
Conferencia en el marco del día diseño. Abril de 2015
- Hablar de
lo que uno hace nos remite inexorablemente a lo que uno es o ha sido, por eso
he incluido en esta exposición una plataforma propia de mis inicios y de mi
desarrollo en las artes y el diseño, porque reconozco en esto una formación
integral que incluye todo: quienes somos como personas, quienes somos como
profesionales y lo que somos en lo que hacemos. Sobre mi línea de
investigación, de la que se deriva el tema que les expongo enseguida, está
íntimamente ligada con mis inicios. Ahí se encuentra una gran justificación para
hablarles sobre mi formación, mi desarrollo como artista, como ilustrador y
como profesor.
Permítanme explayar del todo mi exposición
y luego recurrimos a un espacio para que ustedes me pregunten y hagan los
comentarios que quieran
3.- INICIOS.
- Como
todos los niños, aprendí de muy pequeño a dibujar escribiendo, rellenando con
color dibujos a línea pre-hechos y a trazar formas elementales, como las formas
geométricas y formas con similitud a ellas, como animales, frutas y objetos de
uso cotidiano. Noté a los cinco años un interés y un gozo en el dibujo cuando
descubrí cierta facilidad en los resultados, no solamente por su similitud con la
realidad visual, sino por un nivel de elocuencia en mis imágenes. La gente a mi
alrededor reforzó tal idea y me lo hizo ver directamente: -¿Por qué no nos
haces el esquema anatómico en el pizarrón Héctor Raúl?- Decía mi maestra de
primaria de tercer año. Con tales resultados, reforzados con la apreciación de
compañeros de escuela y de mi familia decidí entonces ser Dibujante; y con esa inquietud
manifiesta se despertó casi al mismo tiempo un interés complementario: Cultura
Visual. Desde los diez años comencé a ver libros de arte, a asistir a los
museos y a espectáculos de música, cine, teatro y danza. Quedé fascinado, todo
eso me "llenaba". La inquietud se convirtió en pasión. En la
secundaria tuve la fortuna de ingresar al taller de Artes Plásticas, impartido
por el maestro Sergio Carreón Fernández (egresado de la Academia de San Carlos),
quien definió y perfiló mi vocación artística. A él le debo no solamente
dirigir mis habilidades manuales hacia las artes plásticas, sino la inclusión
de un conocimiento plural de modalidades técnicas que requerían de las manos.
Con él aprendí dibujo de imitación, dibujo técnico, dibujo a escalas, óleo
sobre vidrio, óleo sobre lienzo, arte plumario, teoría del color, esgrafiado,
batik, tipografía, serigrafía, gouache, acrílico, carbón, pastel, grabado en
linóleo y algo de carpintería. Tres años en el taller de Artes Plásticas en la
Secundaria fueron determinantes para lo que hice después. De esa época tengo varios trabajos de dibujo y pintura a
los que ya les adjudicaba con plena conciencia lo que ahora se denomina como
"obra". Con lo aprendido en la escuela secundaria y una persistencia
intuitiva en el manejo de herramientas e instrumentos múltiples no tuve duda
alguna en profesionalizar mis conocimientos. Entré entonces al Taller de
Grabado en Relieve de Casa del Lago en Chapultepec. Mis clases de Artes Plásticas en Secundaria y mis clases
sabatinas de grabado consolidaron mis intereses por profundizar mi desarrollo
manual. No había estudios profesionales para un joven de 15 años en esa época.
Entonces entré a la Escuela de Iniciación Artística no 4 del Instituto Nacional
de Bellas Artes. El curso duraba tres años. Así, mientras cubría mis estudios
de bachillerato en la mañana, tenía toda la tarde para mis cursos de arte en el
INBA. Tuve clases de
escultura en madera, modelado en barro, cartonería, pintura, dibujo, grabado e
historia del arte. Si bien la escuela no abordaba la enseñanza artística de
manera profesional, fue fundamental para ampliar mi espectro de técnicas y
procesos manuales.
La formación básica es fundamental y yo
fui afortunado en ese sentido. Sin embargo, no solamente es el entorno el que
favorece, es también la toma de conciencia y la decisión propia, que
normalmente comienza entre los diez y doce años, y que luego se convierte en
compromiso y responsabilidad. Para las artes visuales es fundamental el control
y dominio manual, pero como habilidades manuales no debemos
referirnos solamente al dibujo, sino a cualquier acción en donde las manos son
un reflejo de control corporal y mental: cortar, pegar, lijar, clavar, doblar,
plegar, trazar, calar, calcar, rellenar, hacer coincidir, etc. y del empleo
básico de instrumentos de precisión, solvencia, limpieza y presentación: manejo
de escuadras, compás, lápiz, pincel, brocha, regla, flexómetro, martillo,
plegadera, resistol, tijeras, etc. La
intervención en el uso de herramientas y materiales que requieren de las manos
forman también una parte complementaria en todo esto. Suena absurdo, fuera de
lugar o innecesario pero fue importante para mí saber usar el taladro, la
caladora, el esmeril y la sierra eléctrica; además de una correcta disposición
para circunstancias que requieren un compromiso integral que me es muy útil
ahora para valerme por mí mismo.
4.- FORMACIÓN.
- Debemos entender como
formación lo que define a la persona y lo que define al profesional de la
disciplina que practica como dos vertientes en una sola. La formación académica
se entiende también en dos vertientes: una como estudiante y la otra como
profesor. Pese a que en mis inicios hice de todo en el campo de las artes
plásticas, definí mi vocación como grabador debido en parte a las influencias y
en parte también a una adecuación de criterios propios de la necesidad
expresiva. Lo que se puede decir con grabado no es lo mismo que lo que se dice
en pintura, en dibujo, en escultura o en ilustración. La preferencia técnica
deviene de una adecuación a una necesidad expresiva y sobre todo a una
preocupación por la depuración técnica, que sin ser una finalidad, implica por
sí misma una mejor preparación y una mejor manera de decir las cosas. Una
visión integral del mundo se encuentra siempre presente en una forma de
conceptualización de la imagen, su sentido y su significado.
5.- OBRA.
- Pese a
que dibujo desde pequeño, considero que lo que he hecho puede ser denominado
como obra a partir de una serie de criterios
formales que se suscitaron en 1984, cuando ya tenía plena conciencia del
propósito de mis imágenes y del sentido de experimentación y depuración técnica
que me han preocupado toda la vida. La forma de clasificar mis obras
corresponde a periodos de aprendizaje, experimentación, temáticas tratadas y
ánimos o vivencias específicas. El estudio y especialización en el grabado se da de 1984 a 1988, cuando tuve
conocimiento por vez primera de los rudimentos técnicos para la impresión en
relieve y cuando conocí la obra de Posada, el Taller de Gráfica Popular, las
litografías de Claudio Linati, los grabados de Durero y otras imágenes
emblemáticas.
- De 1987 a
1990 reconozco ya un pleno entendimiento entre mis inquietudes artísticas y
un estilo de vida que llenaba mis
expectativas. Es en ese periodo que estudié artes plásticas en el INBA y en
donde la documentación visual e historiográfica me importaba sobremanera.
Añadiéndose a esto un gusto increíble por complementos culturales múltiples,
como la música, las artes escénicas y los libros.
- Denomino
como periodo de profesionalización al que abarca de 1990 a 1994, periodo en que
cursé la carrera de artes visuales y en donde terminó por consolidarse mi
vocación artística, pues produje mucha obra y participé en variadas
exposiciones y concursos. De lo más importante de ese periodo fue mi
especialización plástica: me definí como grabador a la talla dulce o al buril
en metal, cosa que ya venía practicando años atrás pero en madera.
- La
obtención del grado de licenciado y la inclusión de mi trabajo en proyectos
colectivos implicó una responsabilidad adicional a mis intereses individuales.
- Mi
introspección en el campo de la ilustración y los trabajos por proyecto o
encargo comenzaron en esta etapa a requerir de más y mejores soluciones que no
solamente satisficieran mis gustos e intereses, sino los de un cliente o un
público abierto. De este periodo también se define mi labor como profesor, que
venía desarrollando desde 1993 cuando entré como ayudante en las clases de
Dibujo y Huecograbado.
- Del año
2000 al 2010 tengo varias publicaciones con varias editoriales como ilustrador,
y como grabador mi participación en varios proyectos para instituciones,
empresas y universidades con tirajes considerables. De este periodo resalta
también mi formación académica al estudiar la maestría en artes visuales.
- Más
o menos bajo la misma tesitura se han
venido gestando de 2010 a la fecha proyectos de producción e ilustración que
denomino como “continuidad productiva” en donde la necesidad se satisface
prioritariamente bajo una metodología más definida y más comprometida.
- Desde
1998 he participado en proyectos de ilustración, colaborando para las
editoriales Esfinge, Escarabajo, Porrúa, Ediciones Castillo, CIDCLI, Fondo de
Cultura Económica y ocasionalmente para algunas revistas. Como proyectos por
encargo trabajé para Concretos Apasco, Farmacéuticos Byk Gulden, Acuel Agendas
y organizadores, a la Universidad Iberoamericana y al Museo de San Carlos.
- Soy
profesor desde 1993, cuando mi maestro de dibujo me invitó a trabajar con él
como ayudante, cuando hice mi servicio social como ayudante también en el
taller de huecograbado de la ENAP y cuando apoyaba, con otros estudiantes, al
maestro Luis Nishizawa en sus cursos de pintura. El espectro de asignaturas que
he impartido responde en parte a mi formación, en parte a mis intereses y en
parte también a las circunstancias. Sin embargo, dar clases me permite siempre
buscar nuevas formas de explicar el conocimiento, de ejemplificarlo, de
respaldarlo con lo propio y de aprender enseñando.
- Para mí
la labor de investigación y la de producción son una sola, porque se respaldan
entre sí y justifican muy bien la razón de ser de lo que se piensa y lo que se
hace. Solamente investigar o solamente producir no me interesan, porque para la
investigación no tendría manera de corroborar o comprobar, y para la producción
no tendría elementos con qué respaldar procesos y contenidos. La experiencia
profesional es fundamental y ya la describí con lo anterior, pero son factores
determinantes también los antecedentes históricos, la cultura visual, el
conocimiento de lo que hacen otras personas de la misma disciplina y el nivel
de conceptualización de lo que es el arte para uno mismo. Todos esos requisitos
sumados implican por supuesto una metodología propia.
- Sobre los
antecedentes de la disciplina del grabado debe de considerarse una línea de
tiempo en donde autores, estilos, obras, técnicas, materiales y soluciones
formales cuentan. Es importante conocer o identificar cada periodo porque de
ello depende una opinión o una reacción expedita. En lo específico, mi
investigación se centra en los siglos XV, XVI y XVII, periodos de apogeo del
grabado al buril en metal, y en parte también en el periodo virreinal en
México, pues poco se ha investigado al respecto y fue determinante para el
surgimiento de la identidad de la gráfica mexicana en el siglo XIX.
- Consideré
siete aspectos fundamentales para sostener mi investigación sobre el tema.
Fueron de inicio planteados en mi tesis doctoral y seguramente irán cambiando,
como es natural. Estos aspectos consideran prioritariamente factores técnicos,
históricos y culturales.
- De la
susodicha Cultura visual, que aquí vemos como Documentación visual, resaltan
por supuesto los grabados europeos de los siglos XV al XVII, pues es en esa
época que la técnica tiene una gran predominancia y que responde obviamente a
su contexto tecnológico y cultural. En esa época el grabado funcionaba como
ilustración, como decoración, como símbolo de estatus, como difusor de ideas y
como medio de comunicación.
- El
periodo novohispano refleja un interesante retraso tecnológico en materia de
estampa respecto a Europa. Recordemos que la inclusión de la imprenta en
América se da en México y que los primeros talleres de impresión fueron
emblemas de la imposición de la nueva religión. Interesante también reconocer
que los grabadores y los impresores en México fueron en ese periodo indígenas y
criollos con virtudes considerables y en muchos casos mejores que la de los
españoles. Añádase también un paralelismo histórico en la producción de libros,
cosa que vino a generar una identidad de variados tipos en diseños, tipografías
y grabados.
- Imposible
negar por supuesto la enseñanza del grabado, que primero se dio de manera
gremial y cuando se institucionaliza su enseñanza, en la Academia de San
Carlos. El grabado al buril retoma potencia entonces entre el siglo XIX y
principios del XX, cuando vuelve a recaer. Además, con la Academia de San
Carlos de enfatiza la importancia del grabado en una modalidad de aplicación
que sigue vigente ahora y se emplea en todo el mundo: el diseño de billetes.
- Después
de la Revolución Mexicana y con el surgimiento de la Escuela Mexicana de Pintura el grabado al buril se
extingue, quedando algunos brotes en artistas interesados en su preservación o
en su esporádica inclusión en sus obras, como los que vemos aquí: Carlos
Alvarado Lang, Francisco Moreno Capdevila, Federico Cantú y los grabadores
ortodoxos de la Casa de Moneda que graban billetes. En la actualidad, los
vestigios de la técnica en México se encuentran en el maestro Alejandro
Alvarado Carreño, con quien comparto la foto que ven, Martha Sasián y Sergio
Sarrelangue de la casa de moneda, y yo.
- Hablemos
ahora de la técnica. El grabado al buril o a la talla dulce es un proceso de
impresión en hueco, en donde las incisiones en la plancha de metal las realiza
un instrumento llamado buril. Los valores de claroscuro los determina la
profundidad del corte en el metal y la secuencialidad rítmica de la línea. ¿Por
qué ya no se practica la técnica? Porque implica un tiempo prolongado su
aprendizaje y su dominio. Porque los valores propiciados por la tecno-ciencia
desdeñan cada vez más los procesos manuales. Porque no hay quien la enseñe. Porque a los jóvenes
les interesan los resultados rápidos y eficientes. Porque la conciencia
estética y la disciplina en el aprendizaje se aprecian fuera de un compromiso
en tiempo y dedicación. Porque permanece en México esta idea antagónica entre
lo que es arte y lo que es diseño, etc.
- VIDEO. El
año pasado me hicieron un reportaje en televisa, dura cuatro minutos
aproximadamente, para que puedan apreciar a groso modo el proceso de grabado e
impresión de la técnica.
- ¿Qué estoy haciendo actualmente? Las
responsabilidades de un profesor de carrera son múltiples. Por supuesto dar
clase frente a grupo. Tengo a mi cargo un grupo de dibujo y otro de ilustración.
La producción para mí es prioridad ante todo, sigo grabando, dibujando y
pintando. Sobre lo que es
propiamente mi investigación, recopilo y redacto información sobre tres
vertientes: el grabado europeo del siglo XV al XVII, el grabado novohispano en
México y un ensayo sobre la importancia de las habilidades manuales. Y lo que
procuro hacer siempre para complementar mi crecimiento académico y profesional:
participar en exposiciones, concursos, cursos, seminarios, conferencias,
coloquios, etc.
- Por
último, se harán la pregunta: ¿Qué demonios es un profesor de carrera? En la
UNAM existen diferentes niveles, estratos o categorías de profesores. A groso
modo, el esquema muestra el espectro entre la categoría más baja que es
ayudante de profesor y la más alta que es el profesor emérito. En nuestra
carrera tenemos ayudantes de profesor, profesores de asignatura (que son la
mayoría), tres profesores de carrera (yo entre ellos) y ningún profesor
emérito. Y mi asignación o categoría corresponde con la de profesor de carrera
asociado interino. Lo que distingue o debe distinguir a un profesor de carrera
de uno de asignatura por ejemplo, es su perfil y es su responsabilidad
académica, y en esto se suman cosas que desde mi particular punto de vista son
importantes: formación, conocimiento, cultura y servicio.
- GRACIAS.
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