martes, 5 de mayo de 2015

Conferencia día diseño



UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLÁN
DEPARTAMENTO DE DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL

PRESENTA: «Investigación,  desarrollo y producción del grabado a la talla dulce» 

DR. HÉCTOR RAÚL MORALES MEJÍA
PROFESOR DE CARRERA ASOCIADO NIVEL C 

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:
«PROCESOS DE ESTAMPACIÓN ANTIGUOS Y CREACIÓN DE GRABADOS AL BURIL EN METAL»

Conferencia en el marco del día diseño. Abril de 2015

Agradezco la invitación a los responsables del Departamento de Diseño, a los profesores miembros del Comité revisor del Plan de Estudios por haber tenido a bien considerar dar a conocer las labores de los profesores de carrera (situación que merece no sólo que la comunidad estudiantil sepa lo que hago, sino que pueda en base a ello también poder disponer de una imagen de mi persona mejor solventada; y  que no sea solamente que se queden con el comentario: -Ahí va Morales, el que da dibujo o el que da ilustración-). No tengo el gusto de ser profesor de muchos de ustedes, cosa que nos llevaría a un acercamiento más íntimo como universitarios y como personas, pero quiero agradecerles también a ustedes como alumnos por su presencia, para quienes trabajamos y por quienes la Universidad merece desbocar todo su empeño. Gracias otra vez  y estoy a su servicio. 
     Entremos entonces en materia.

- Hablar de lo que uno hace nos remite inexorablemente a lo que uno es o ha sido, por eso he incluido en esta exposición una plataforma propia de mis inicios y de mi desarrollo en las artes y el diseño, porque reconozco en esto una formación integral que incluye todo: quienes somos como personas, quienes somos como profesionales y lo que somos en lo que hacemos. Sobre mi línea de investigación, de la que se deriva el tema que les expongo enseguida, está íntimamente ligada con mis inicios. Ahí se encuentra una gran justificación para hablarles sobre mi formación, mi desarrollo como artista, como ilustrador y como profesor.
    Permítanme explayar del todo mi exposición y luego recurrimos a un espacio para que ustedes me pregunten y hagan los comentarios que quieran

       3.- INICIOS.
- Como todos los niños, aprendí de muy pequeño a dibujar escribiendo, rellenando con color dibujos a línea pre-hechos y a trazar formas elementales, como las formas geométricas y formas con similitud a ellas, como animales, frutas y objetos de uso cotidiano. Noté a los cinco años un interés y un gozo en el dibujo cuando descubrí cierta facilidad en los resultados, no solamente por su similitud con la realidad visual, sino por un nivel de elocuencia en mis imágenes. La gente a mi alrededor reforzó tal idea y me lo hizo ver directamente: -¿Por qué no nos haces el esquema anatómico en el pizarrón Héctor Raúl?- Decía mi maestra de primaria de tercer año. Con tales resultados, reforzados con la apreciación de compañeros de escuela y de mi familia decidí entonces ser Dibujante; y con esa inquietud manifiesta se despertó casi al mismo tiempo un interés complementario: Cultura Visual. Desde los diez años comencé a ver libros de arte, a asistir a los museos y a espectáculos de música, cine, teatro y danza. Quedé fascinado, todo eso me "llenaba". La inquietud se convirtió en pasión. En la secundaria tuve la fortuna de ingresar al taller de Artes Plásticas, impartido por el maestro Sergio Carreón Fernández (egresado de la Academia de San Carlos), quien definió y perfiló mi vocación artística. A él le debo no solamente dirigir mis habilidades manuales hacia las artes plásticas, sino la inclusión de un conocimiento plural de modalidades técnicas que requerían de las manos. Con él aprendí dibujo de imitación, dibujo técnico, dibujo a escalas, óleo sobre vidrio, óleo sobre lienzo, arte plumario, teoría del color, esgrafiado, batik, tipografía, serigrafía, gouache, acrílico, carbón, pastel, grabado en linóleo y algo de carpintería. Tres años en el taller de Artes Plásticas en la Secundaria fueron determinantes para lo que hice después. De esa época tengo varios trabajos de dibujo y pintura a los que ya les adjudicaba con plena conciencia lo que ahora se denomina como "obra". Con lo aprendido en la escuela secundaria y una persistencia intuitiva en el manejo de herramientas e instrumentos múltiples no tuve duda alguna en profesionalizar mis conocimientos. Entré entonces al Taller  de Grabado en Relieve de Casa del Lago en Chapultepec. Mis clases de Artes Plásticas en Secundaria y mis clases sabatinas de grabado consolidaron mis intereses por profundizar mi desarrollo manual. No había estudios profesionales para un joven de 15 años en esa época. Entonces entré a la Escuela de Iniciación Artística no 4 del Instituto Nacional de Bellas Artes. El curso duraba tres años. Así, mientras cubría mis estudios de bachillerato en la mañana, tenía toda la tarde para mis cursos de arte en el INBA. Tuve clases de escultura en madera, modelado en barro, cartonería, pintura, dibujo, grabado e historia del arte. Si bien la escuela no abordaba la enseñanza artística de manera profesional, fue fundamental para ampliar mi espectro de técnicas y procesos manuales.
     La formación básica es fundamental y yo fui afortunado en ese sentido. Sin embargo, no solamente es el entorno el que favorece, es también la toma de conciencia y la decisión propia, que normalmente comienza entre los diez y doce años, y que luego se convierte en compromiso y responsabilidad. Para las artes visuales es fundamental el control y dominio manual, pero como habilidades manuales no debemos referirnos solamente al dibujo, sino a cualquier acción en donde las manos son un reflejo de control corporal y mental: cortar, pegar, lijar, clavar, doblar, plegar, trazar, calar, calcar, rellenar, hacer coincidir, etc. y del empleo básico de instrumentos de precisión, solvencia, limpieza y presentación: manejo de escuadras, compás, lápiz, pincel, brocha, regla, flexómetro, martillo, plegadera, resistol, tijeras, etc. La intervención en el uso de herramientas y materiales que requieren de las manos forman también una parte complementaria en todo esto. Suena absurdo, fuera de lugar o innecesario pero fue importante para mí saber usar el taladro, la caladora, el esmeril y la sierra eléctrica; además de una correcta disposición para circunstancias que requieren un compromiso integral que me es muy útil ahora para valerme por mí mismo.

4.- FORMACIÓN.
-  Debemos entender como formación lo que define a la persona y lo que define al profesional de la disciplina que practica como dos vertientes en una sola. La formación académica se entiende también en dos vertientes: una como estudiante y la otra como profesor. Pese a que en mis inicios hice de todo en el campo de las artes plásticas, definí mi vocación como grabador debido en parte a las influencias y en parte también a una adecuación de criterios propios de la necesidad expresiva. Lo que se puede decir con grabado no es lo mismo que lo que se dice en pintura, en dibujo, en escultura o en ilustración. La preferencia técnica deviene de una adecuación a una necesidad expresiva y sobre todo a una preocupación por la depuración técnica, que sin ser una finalidad, implica por sí misma una mejor preparación y una mejor manera de decir las cosas. Una visión integral del mundo se encuentra siempre presente en una forma de conceptualización de la imagen, su sentido y su significado.

5.- OBRA.
- Pese a que dibujo desde pequeño, considero que lo que he hecho puede ser denominado como obra a partir de una serie de criterios formales que se suscitaron en 1984, cuando ya tenía plena conciencia del propósito de mis imágenes y del sentido de experimentación y depuración técnica que me han preocupado toda la vida. La forma de clasificar mis obras corresponde a periodos de aprendizaje, experimentación, temáticas tratadas y ánimos o vivencias específicas. El estudio y especialización en el grabado se da de 1984 a 1988, cuando tuve conocimiento por vez primera de los rudimentos técnicos para la impresión en relieve y cuando conocí la obra de Posada, el Taller de Gráfica Popular, las litografías de Claudio Linati, los grabados de Durero y otras imágenes emblemáticas. 
- De 1987 a 1990 reconozco ya un pleno entendimiento entre mis inquietudes artísticas y un  estilo de vida que llenaba mis expectativas. Es en ese periodo que estudié artes plásticas en el INBA y en donde la documentación visual e historiográfica me importaba sobremanera. Añadiéndose a esto un gusto increíble por complementos culturales múltiples, como la música, las artes escénicas y los libros. 
- Denomino como periodo de profesionalización al que abarca de 1990 a 1994, periodo en que cursé la carrera de artes visuales y en donde terminó por consolidarse mi vocación artística, pues produje mucha obra y participé en variadas exposiciones y concursos. De lo más importante de ese periodo fue mi especialización plástica: me definí como grabador a la talla dulce o al buril en metal, cosa que ya venía practicando años atrás pero en madera. 
- La obtención del grado de licenciado y la inclusión de mi trabajo en proyectos colectivos implicó una responsabilidad adicional a mis intereses individuales. 
- Mi introspección en el campo de la ilustración y los trabajos por proyecto o encargo comenzaron en esta etapa a requerir de más y mejores soluciones que no solamente satisficieran mis gustos e intereses, sino los de un cliente o un público abierto. De este periodo también se define mi labor como profesor, que venía desarrollando desde 1993 cuando entré como ayudante en las clases de Dibujo y Huecograbado. 
- Del año 2000 al 2010 tengo varias publicaciones con varias editoriales como ilustrador, y como grabador mi participación en varios proyectos para instituciones, empresas y universidades con tirajes considerables. De este periodo resalta también mi formación académica al estudiar la maestría en artes visuales
- Más o  menos bajo la misma tesitura se han venido gestando de 2010 a la fecha proyectos de producción e ilustración que denomino como “continuidad productiva” en donde la necesidad se satisface prioritariamente bajo una metodología más definida y más comprometida. 
- Desde 1998 he participado en proyectos de ilustración, colaborando para las editoriales Esfinge, Escarabajo, Porrúa, Ediciones Castillo, CIDCLI, Fondo de Cultura Económica y ocasionalmente para algunas revistas. Como proyectos por encargo trabajé para Concretos Apasco, Farmacéuticos Byk Gulden, Acuel Agendas y organizadores, a la Universidad Iberoamericana y al Museo de San Carlos. 
- Soy profesor desde 1993, cuando mi maestro de dibujo me invitó a trabajar con él como ayudante, cuando hice mi servicio social como ayudante también en el taller de huecograbado de la ENAP y cuando apoyaba, con otros estudiantes, al maestro Luis Nishizawa en sus cursos de pintura. El espectro de asignaturas que he impartido responde en parte a mi formación, en parte a mis intereses y en parte también a las circunstancias. Sin embargo, dar clases me permite siempre buscar nuevas formas de explicar el conocimiento, de ejemplificarlo, de respaldarlo con lo propio y de aprender enseñando. 
- Para mí la labor de investigación y la de producción son una sola, porque se respaldan entre sí y justifican muy bien la razón de ser de lo que se piensa y lo que se hace. Solamente investigar o solamente producir no me interesan, porque para la investigación no tendría manera de corroborar o comprobar, y para la producción no tendría elementos con qué respaldar procesos y contenidos. La experiencia profesional es fundamental y ya la describí con lo anterior, pero son factores determinantes también los antecedentes históricos, la cultura visual, el conocimiento de lo que hacen otras personas de la misma disciplina y el nivel de conceptualización de lo que es el arte para uno mismo. Todos esos requisitos sumados implican por supuesto una metodología propia. 
- Sobre los antecedentes de la disciplina del grabado debe de considerarse una línea de tiempo en donde autores, estilos, obras, técnicas, materiales y soluciones formales cuentan. Es importante conocer o identificar cada periodo porque de ello depende una opinión o una reacción expedita. En lo específico, mi investigación se centra en los siglos XV, XVI y XVII, periodos de apogeo del grabado al buril en metal, y en parte también en el periodo virreinal en México, pues poco se ha investigado al respecto y fue determinante para el surgimiento de la identidad de la gráfica mexicana en el siglo XIX. 
- Consideré siete aspectos fundamentales para sostener mi investigación sobre el tema. Fueron de inicio planteados en mi tesis doctoral y seguramente irán cambiando, como es natural. Estos aspectos consideran prioritariamente factores técnicos, históricos y culturales. 
- De la susodicha Cultura visual, que aquí vemos como Documentación visual, resaltan por supuesto los grabados europeos de los siglos XV al XVII, pues es en esa época que la técnica tiene una gran predominancia y que responde obviamente a su contexto tecnológico y cultural. En esa época el grabado funcionaba como ilustración, como decoración, como símbolo de estatus, como difusor de ideas y como medio de comunicación. 
- El periodo novohispano refleja un interesante retraso tecnológico en materia de estampa respecto a Europa. Recordemos que la inclusión de la imprenta en América se da en México y que los primeros talleres de impresión fueron emblemas de la imposición de la nueva religión. Interesante también reconocer que los grabadores y los impresores en México fueron en ese periodo indígenas y criollos con virtudes considerables y en muchos casos mejores que la de los españoles. Añádase también un paralelismo histórico en la producción de libros, cosa que vino a generar una identidad de variados tipos en diseños, tipografías y grabados. 
- Imposible negar por supuesto la enseñanza del grabado, que primero se dio de manera gremial y cuando se institucionaliza su enseñanza, en la Academia de San Carlos. El grabado al buril retoma potencia entonces entre el siglo XIX y principios del XX, cuando vuelve a recaer. Además, con la Academia de San Carlos de enfatiza la importancia del grabado en una modalidad de aplicación que sigue vigente ahora y se emplea en todo el mundo: el diseño de billetes. 
- Después de la Revolución Mexicana y con el surgimiento de la Escuela  Mexicana de Pintura el grabado al buril se extingue, quedando algunos brotes en artistas interesados en su preservación o en su esporádica inclusión en sus obras, como los que vemos aquí: Carlos Alvarado Lang, Francisco Moreno Capdevila, Federico Cantú y los grabadores ortodoxos de la Casa de Moneda que graban billetes. En la actualidad, los vestigios de la técnica en México se encuentran en el maestro Alejandro Alvarado Carreño, con quien comparto la foto que ven, Martha Sasián y Sergio Sarrelangue de la casa de moneda, y yo. 
- Hablemos ahora de la técnica. El grabado al buril o a la talla dulce es un proceso de impresión en hueco, en donde las incisiones en la plancha de metal las realiza un instrumento llamado buril. Los valores de claroscuro los determina la profundidad del corte en el metal y la secuencialidad rítmica de la línea. ¿Por qué ya no se practica la técnica? Porque implica un tiempo prolongado su aprendizaje y su dominio. Porque los valores propiciados por la tecno-ciencia desdeñan cada vez más los procesos manuales. Porque  no hay quien la enseñe. Porque a los jóvenes les interesan los resultados rápidos y eficientes. Porque la conciencia estética y la disciplina en el aprendizaje se aprecian fuera de un compromiso en tiempo y dedicación. Porque permanece en México esta idea antagónica entre lo que es arte y lo que es diseño, etc. 
- VIDEO. El año pasado me hicieron un reportaje en televisa, dura cuatro minutos aproximadamente, para que puedan apreciar a groso modo el proceso de grabado e impresión de la técnica.
-  ¿Qué estoy haciendo actualmente? Las responsabilidades de un profesor de carrera son múltiples. Por supuesto dar clase frente a grupo. Tengo a mi cargo un grupo de dibujo y otro de ilustración. La producción para mí es prioridad ante todo, sigo grabando, dibujando y pintando. Sobre lo que es propiamente mi investigación, recopilo y redacto información sobre tres vertientes: el grabado europeo del siglo XV al XVII, el grabado novohispano en México y un ensayo sobre la importancia de las habilidades manuales. Y lo que procuro hacer siempre para complementar mi crecimiento académico y profesional: participar en exposiciones, concursos, cursos, seminarios, conferencias, coloquios, etc. 
- Por último, se harán la pregunta: ¿Qué demonios es un profesor de carrera? En la UNAM existen diferentes niveles, estratos o categorías de profesores. A groso modo, el esquema muestra el espectro entre la categoría más baja que es ayudante de profesor y la más alta que es el profesor emérito. En nuestra carrera tenemos ayudantes de profesor, profesores de asignatura (que son la mayoría), tres profesores de carrera (yo entre ellos) y ningún profesor emérito. Y mi asignación o categoría corresponde con la de profesor de carrera asociado interino. Lo que distingue o debe distinguir a un profesor de carrera de uno de asignatura por ejemplo, es su perfil y es su responsabilidad académica, y en esto se suman cosas que desde mi particular punto de vista son importantes: formación, conocimiento, cultura y servicio.
- GRACIAS.