domingo, 17 de enero de 2021

¿UN LIBRO PARA APRENDER A DIBUJAR PROFESOR?




¿Un libro para aprender a dibujar profesor? 

Cada tanto, un alumno de mi clase de dibujo, después de haberle enseñado por semanas o meses con ejercicios y conceptos lo que debe hacer para mejorar su dibujo, me dice que si le recomiendo un "libro mágico" que le sea útil para aprender a dibujar. Lo único que se descubre en esta pregunta es su falta de atención y su capacidad cognitiva para conectar lo que le enseño, con sus carencias de dibujo. Pero la situación va más allá, y tiene que ver con la idea que tiene de sus intereses en el dibujo y su capacidad de visión sobre el área a la que pertenece, sea esta diseño, arte, caricatura o una idea vaga pero determinante del mundo visual del momento, es decir, lo que la regla perceptiva de la época influye en él. Y más allá, sobre la lógica entre sus intereses y aspiraciones, y lo que debe poner para que cuajen sus esfuerzos y sacrificios. Esta es la clave de todo. La figura del maestro les parece insuficiente porque su idea, aderezada e indefinida entre la ilusión pre hecha de lo que esperan no es a la medida, es el mundo real, en donde han logrado omitirse a sí mismos, es decir, - yo no soy el problema, es la Escuela y son los profesores que no me enseñan bien o no cumplen con mis espectativas-
     Pero la pregunta sobre el libro encierra un problema más complejo que es la simpleza misma. Los ingredientes de esta novela son las escuelas, los profesores, los alumnos y el mundo visual que nutre las ideas. Los escenarios son las variables propias de intereses, ilusiones, obligaciones, inercias y capacidades. Lo complejo está en la variedad de todo esto. Los alumnos sin aptitudes dominan las categorías, pero también los hay talentosos, participativos, callados, flojos, faltistas, indiferentes, protagónicos, interesados en la calificación, desinteresados en lo que les pide su profesor, grillos, etc. Y una mezcla entre éstas, con formas caprichosas y estilos particulares: talentosos pero inconsistentes, participativos pero flojos, faltistas pero exigentes, callados pero propositivos, etc. En los maestros también hay una tipología, en donde dominan el espectro los que enseñan dibujo pero no saben dibujar. Los hay también, como sus alumnos: flojos, puntuales, callados, propositivos, etc. Pero su posición de maestros añade otras cosas: arbitrarios, ocurrentes, faltistas, hablantines, sábelo todo, etc. Influyen los mecanismos de enseñanza, los contenidos de las materias y hasta los espacios de las aulas, que enmarcan los motivos perceptivos y sensitivos que se tienen de la disciplina o del área. Un sistema educativo es como una obra de teatro, con su guión, su espacio y su presupuesto, en donde los actores y el público lo hacen ser lo que es. 
     La simpleza está en la actitud de los personajes, que es y puede ser cambiante. La decisión de aprender a dibujar se puede moldear y eso es tan simple como hacer corresponder la selección con el compromiso. Para aprender a dibujar lo que se necesita es lo más fácil y lo más difícil a la vez: responsabilidad. 
     Contesto la pregunta: -¿Un libro para aprender a dibujar, la receta secreta? Haz lo que te he puesto a hacer y repítelo hasta que quede perfecto. Cuando lo logres, te darás cuenta que no has hecho nada más que dar un simple paso-